jueves, 5 de enero de 2012

Un día muy especial


¡¡¡¡¡Bienvenidos a mi mundo!!!!!

No he podido elegir un día más señalado como es el de la noche de reyes para comenzar este pequeño proyecto.El momento de los regalos se acerca y nada mejor para inaugurar todo esto que un roscón.


Voy a confesar que la receta no es mía si no de un blog de cocina maravilloso que se llama La Receta de la Felicidad ,lo que no significa que no me vaya a quitar mérito de haberlo conseguido porque, para un amante de la cocina y de la repostería, las masas es una de las asignaturas más complicadas
que puede haber. Además, le he dado mi toque personal como siempre ^^

Allá vamos!!!!!




Este roscón consta de dos masas diferentes aunque muy parecidas en su base. Lo que es el mezclado de ingredientes es sencillo y rápido. Lo que os llevará más tiempo es el reposo de masa pero, como siempre digo, en la cocina es necesario dos cosas: cariño y mucha paciencia. Así que aplicaros el cuento ^^

Ingredientes:

**PARA LA MASA MADRE**


-70 grs de leche
10 grs de levadura fresca (podéis encontrarla en las panaderías, en el Mercadona o en el Erosky)
1 cucharadita de azúcar
130 grs de harina de fuerza


** PARA LA MASA PRINCIPAL**

60 grs de leche
70 grs de mantequilla
450 grs de harina de fuerza
2 huevos
un pellizco de sal
15 grs de levadura fresca
120 grs de azúcar normal o glass aromatizada con cítricos (luego os explico como hacerlo)

**PARA LA TRUFA**
400 grs de créme fraîche
200 grs de chocolate del 70%
75 grs de azúcar glass

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Comencemos:

Lo primero que debéis saber es que, todos los ingredientes que usemos y que debemos tener guardados en la nevera, es aconsejable dejarlos a temperatura ambiente

al menos media hora antes de ponernos a hacer la receta.

Pregunta: ¿Y por qué?

Respuesta: Muy sencillo, a temperatura ambiente todo lo que por norma general necesita estar en frío adquiere el volumen y el peso que realmente tiene. Es decir, un huevo recién sacado de la nevera pesara menos que uno que lleve diez minutos fuera porque todos sus componentes no se habrán "relajado" y habrán perdido esa baja temperatura del frigo.

Una vez hecho esto comenzamos con la preparación de la masa madre. Para ello algo tan fácil como poner en un bol la harina con la levadura desmenuzada como si fueran miguitas de pan.





Mezclamos bien con una espátula o con la manos, que deberemos tener hiper-super-limpias; como más cómodo nos resulte. Una vez hecho esto pasamos a añadir la leche con el azúcar. Amasamos bien hasta conseguir una masa consistente y cuando podamos manipularla bien la pasamos a la encimera y seguimos amasando allí. No es necesario que nos quede lisa y uniforme. Con que tenga algo de cuerpo es suficiente.






En el mismo bol donde hicimos la mezcla, añadimos agua templada hasta casi llenarlo e introducimos dentro la masa madre. ¡¡¡Sin miedo!!! Sé que resulta extraño pero comprobareis que después de unos 15 minutos comenzará a flotar en la superficie. En ese momento es cuando ya la tenemos lista para sacar del agua y dejarla en un platito.





Ahora seguimos con la masa principal.



En repostería hay una máxima muy importante y es la siguiente: Los ingredientes secos primero y los húmedos y líquidos por último. Con esto quiero decir que, en este caso, mezclaremos en un bol la harina tamizada, con la sal y el azúcar aromatizado ( basta con rallar la piel de unas mandarinas y un limón en el azúcar y mezclar). Una vez hecho esto, hacemos un hueco en el centro y añadimos la leche templada donde habremos disuelto la levadura, los huevos y la mantequilla derretida junto con la masa madre.




Y empezamos a mezclar!!!

Primero mejor nos ayudaremos de una espátula o una cuchara. Cuando veamos que empieza a tener cuerpo y podemos manipularla con las manos la pasamos a la encimera que habremos engrasado con un poquito de aceite. Seguimos amasando con las manos por espacio de unos quince minutos, hasta conseguir una bola lisa y suave.
Y aquí es cuando tenemos que armarnos de paciencia porque tendremos que dejarla reposar en un cuenco, cubierta con un papel film ligeramente engrasado con aceite por espacio de una hora o hasta que veamos que ha doblado su volumen.




Yo aproveché este tiempo para hacer la trufa. Ponemos en un cazo la cremé fraîche con el azúcar glass y calentamos hasta que empiece a aligerarse.Añadimos el chocolate en trocitos y removemos constantemente hasta que se deshaga. Pasamos a un bol y reservamos en la nevera.

Personalmente uso la cremé fraîche porque le da al la trufa un sabor ligeramente amargo, que junto con el chocolate de 70 % deja un regusto a esas vallas de cacao sin refinar que todo amante del chocolate sabe apreciar ^^




Pasado el tiempo de reposo debemos de comprobar que la masa a subido su volumen. Estaremos seguros de ello si vemos que ha llegado a tocar el papel film. Hecho esto la sacamos del bol y la dividimos en dos bolas. Esta cantidad de masa da para dos roscones nada pequeños, que además, rellenaremos con la trufa con lo cual si tenéis la tentación de hacer uno solo... allá vosotros con las consecuencias jajajaja.


De acuerdo, una vez tenemos las dos masas, tomamos una y vamos formando bolas del tamaño de nuestra palma que colocaremos dentro de un molde de chimenea, como los que se usan para los bizcochos,separadas entre sí más o menos un dedo.





Y otra vez deberemos dejarlo reposar por espacio de una hora y media - dos horas.

Pasado este tiempo pintamos con leche con la ayuda de una brocha , con mucho cuidado de no romper la masa porque perdería el aire y se nos bajaría. Colocamos por encima almendra picada (opcional, a gusto de cada uno).


Metemos en el horno que tendremos precalentado a 170º durante 30 minutos . Si veis que se nos tuesta demasiado podéis taparlo con papel de horno o papel de plata.
  • Nota: El tiempo y la temperatura los he modificado conscientemente. Con mi horno me viene mejor hornear la masa desde el principio a baja temperatura ya que queda más esponjoso y se le quita mucho la sensación de "galleta".Lo he comprobado esta misma tarde con un roscón de encargo para unos amigos. El de estas fotos lo cociné a una temperatura más elevada y aunque quedó bien, no salio tan esponjoso como el de hoy por la tarde.


Mientras se hornea, sacamos de la nevera la trufa y la montamos como si fuera nata y volvemos a guardar.

Para entonces ya tendremos el roscón fuera del horno y frío. Es el momento crucial: ¡¡¡¡desmoldarlo!!!!!
Sin miedo, ponéis un plato sobre el molde y le dais la vuelta con decisión.Agitamos un poco por si se ha quedado un poco pegado y listo.



Ahora solo queda abrirlo por la mitad con ayuda de un cuchillo bien afilado o de un corta-bizcocho y rellenar con la trufa.

La decoración es algo muy personal, por eso no voy a meterme en ese terreno. Yo lo he cubierto de trufa porque sé que a la persona a la cual va destinado le encanta el chocolate (por algo es mi marido :) )


Pues esto ha sido todo por hoy. Para ser la primera receta ha sido contundente. La próxima vez prometo no enrollarme tanto. Espero que lo disfrutéis y si lo hacéis dejarme un comentario para contarme como os fue.


Desde la calle de la gominola...con amor ^^





3 comentarios:

  1. me encanta! este año ya no me da tiempo pero para el próximo probaré tu roscón! lo de la trufa me ha encantado y quedó super guapo, qué pintaaaa
    Estoy deseando ver más cositas, ya que me encanta la respostería y siempre estoy buscando recetas nuevas. Ah, y las fotos genial :)

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  2. Pero que receta más original, te he conocido a través de la Receta de la Felicidad.
    Ya soy tu seguidora, te invito a conocer el mío, y si t gusta puedes hacerte seguidora.
    Un besito.
    http://janakitchen.blogspot.com

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    1. Gracias Jana.Me alegro que te haya gustado.Me paso ahora mismo por el tuyo ^^

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